Programa 158: Isla De Pascua, Patrimonio Cultural y Natural Único


(Emisión del 29 de julio de 2012)

Pascua nuestra y lejana, tierra de Hotu-Matua
Ombligo del mundo te dicen, ellos Te he pito o Te henúa
Cuéntanos tú aku-aku, o tú manutara, pájaro sagrado
En el cuerpo helado de las piedras, que secretos hay guardados
Isla de lava y cenizas, de tres cráteres viejas hogueras
Te acercas al continente, con tus cimbreantes caderas

Estos versos de la obra “Chiliche, Gente de Chile” del Ballet Antumapu nos enfrenta al tema central de hoy día donde haremos referencia a Rapa Nui, nuestra isla ubicada casi en el Océano Pacífico profundo. Su cercana lejanía y sus emblemas particulares la convierten en factor de identidad e icono chileno a nivel mundial.

La isla es especial por su cultura y por su naturaleza. Su riqueza patrimonial y escénica, su historia ancestral y su localización estratégica en el océano más grande del planeta, la convierten en un lugar único. Su paisaje está marcado por los coloridos contrastes nacidos en la conjunción indestructible de los azules de mar, cielo y tierra.

Rapa Nui integra un triángulo polinésico imaginario junto a Hawaii y Nueva Zelanda. Su distancia a otras tierras la hacen la más aislada del mundo. Unos 2.200 kilómetros a la isla habitada más cercana y unos 3.800 kilómetros a la costa de Chile continental. En este caso, algo así como la distancia desde Arica a Punta Arenas.

Además, su propia forma triangular se debe a que en sus vértices se localizan los tres volcanes principales de los muchos cráteres incluidos en sus casi 180 kms cuadrados de territorio. Esta superficie equivale aproximadamente a la cuarta parte del área del Gran Santiago; es decir, en la capital chilena cabrían 4 Rapa Nui.

Hace unos tres millones de años, gigantescas erupciones submarinas iniciaron la formación del territorio insular. En cadenas eruptivas sucesivas emergieron lavas desde las profundidades. Cuando superaron el nivel de las aguas originaron una isla relativamente ondulada, con una altitud máxima de 530 msnm en uno de sus cráteres.

El origen volcánico es monumental. Su base está en la cadena montañosa submarina, conocida como Dorsal del Pacífico o Cordillera de Isla de Pascua, de unos 200 kilómetros de ancho y unos 4.000 metros de altura. De ellas emergen sobre el nivel del mar las cimas de Terevaka, Poike y Rano Kau, sus volcanes principales.

Las extensiones en la isla llegan a un largo de 24 kilómetros y un ancho de 12 kilómetros. Existen más de 70 conos y cráteres secundarios, aparte de los tres principales volcanes. En ellos se origina la emblemática toba volcánica utilizada para tallar los moais y los grandes cilindros de escoria roja utilizados para los sombreros.

La erosión del oleaje es el principal factor del modelado de las costas desde hace más de tres millones de años. De allí provienen sus grandes acantilados que caracterizan sus bordes rocosos y desprotegidos que enfrentan las olas milenarias. Sólo Anakena y Ovahe son playas de arenas blancas y rosadas, respectivamente.

El fondo marino profundo, y las características de las temperaturas y corrientes marinas, impiden las formaciones masivas de arrecifes de coral, tan características de islas polinésicas. Rapanui no tiene corrientes superficiales de agua dulce. Las únicas fuentes para consumo humano están en los cráteres de sus volcanes más grandes.

La cultura de la isla y su belleza física la convierten en un lugar planetario de alto valor. Muchos de sus secretos seguirán siendo parte de los misterios no revelados al ser humano. Con una naturaleza compleja, de recursos limitados y una condición de aislamiento, es el hábitat de una cultura inigualada en el resto de la Polinesia.

En ella se distinguen sus esculturas monumentales, sus conocimientos de astronomía, y su escritura no descifrada, conocida como Kohau Rongo Rongo, contenida en tablillas parlantes basadas en ideogramas y no en letras. En un contexto de fuerte aislamiento y escasez de recursos, surgió esta cultura vigente y compleja.

En la actualidad, la vegetación arbórea es escasa y se encuentran plantas y arbustos además de bosques introducidos donde predominan variedades de Eucalyptus. Sin embargo, ha sido emblemática la presencia del toromiro una especie arbórea que solo existía en la isla y que hoy se encuentra prácticamente extinguida.

Los polinesios vieron un hábitat selvático con diferentes especies arbóreas. Al arribo de los europeos este se había extinguido por la deforestación, excepto el toromiro. Afortunadamente este árbol, de madera roja y tres metros de altura, sobrevivió porque se conservaron semillas en jardines botánicos fuera de la isla.

Rapa Nui posee una extensa superficie de cavernas, considerada una de las mayores del mundo, que es una fuente de resguardo de tradiciones humanas y herencia natural. En periodos de enfrentamiento eran lugares de acogida de hombres y mujeres, y también hábitat de especies de flora como el mahute y los helechos.

Además de especies introducidas, hay 11 tipos de aves marinas. Todas tienen una importancia emblemática en la cultura rapanui. Por ejemplo, Make Make, el dios creador, daba el poder a quien volviera con el huevo del Manutara, esa ave migratoria que anida en los islotes ubicados frente al cráter de Rano Kau.

La riqueza marina se expresa en sus 111 especies de peces de las cuales 97 son costeras y aptas para el consumo humano. La langosta de Pascua o Hakarana es muy apreciada por su tamaño y sabor. Las costas son visitadas por reptiles marinos ocasionales tales como tortuga carey, tortuga verde y la víbora de mar.

Aunque es difícil establecer prioridades en los rasgos de su cultura, tal vez lo más conocido de la isla sean sus monumentales recursos arqueológicos, como sus 900 estatuas (o Moai), sus 270 altares ceremoniales (o Ahus), sus diversas manifestaciones del arte rupestre, y sus varias aldeas tal como el caso de Orongo.

Todas ellas conforman un patrimonio único y convierten a Rapa Nui en un extraordinario museo al aire libre. La isla fue declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1995. El comité del Patrimonio Mundial concluyó que este territorio contenía uno de los más notables fenómenos culturales del mundo.

El arte rupestre desarrolla pinturas y petroglifos, con miles de evidencias presentes; tantas como piedras existen en la isla. Entre las pinturas y grabados, destacan las figuras de aves, especies marinas y terrestres, objetos ceremoniales, y embarcaciones. La aldea ceremonial de Orongo es un ejemplo de esta riqueza.

La isla ha recibido diversas denominaciones según los pueblos que la han conocido. Los polinesios la llamaban Te pito te henua u ‘ombligo del mundo’. Para los españoles era San Carlos y Rapa Nui para los marineros del 1800. Domingo de Pascua fue designada por los holandeses por el día en que fue descubierta.

La belleza y profundidad de las manifestaciones y costumbres se pueden observar en la fiesta Tapati Rapa Nui, única en el mundo. La fiesta, que originalmente significa “una semana”, es una celebración de 40 años colmada de tradiciones y llena de expresiones culturales, deportivas y artísticas que se mantienen vigentes en la isla.

Durante dos semanas la comunidad revitaliza su cultura. El objetivo de la fiesta es la elección de una reina, donde compiten candidatas compartiendo sus costumbres más ancestrales. Simbólicamente, la Tapati es más que la simple reivindicación del pueblo rapanui: es la muestra activa de una cultura persistente.

El patrimonio vivo son sus habitantes actuales, la estructura familiar, la cultura y su idioma. El patrimonio material es el riquísimo e inigualable legado arqueológico, paisajístico, geográfico y ambiental. La conservación de este patrimonio distinguirá a Rapa Nui y permitirá resguardar la mayor parte de sus tradiciones y formas de vida.

Uno de los principales desafíos para los rapanui es la convivencia de dos mundos. El necesario diálogo entre su preciado patrimonio natural y cultural, y su relación con la cultura occidental que debe alinearse con la identidad propia. Este diálogo focalizado en el cultivo del ser rapanui y con base en su pasado y su presente, dará solidez al resguardo futuro de una comunidad única en el mundo.
Hermanos en plenitud de agua y cielo
Mitad de la tierra, ombligo del mundo
No te olvidaremos ni un solo segundo
Recia piedra orgullosa sobre el suelo
Somos parte de tu vida y tu desvelo
De tu horizonte amplio en la estrechez
Pez/pájaro emergido de marina calidez
Rocas siderales y cavernas ancestrales
Cunas altivas de identidades nacionales
Mezcla compleja de creación y sencillez

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