Programa 135: Aculeo, Identidad chilena en un rincón de Santiago

Fuente: http://www.altosdecantillana.cl/

Emisión del 15 de enero de 2012

Infinidades de planta
Hizo de diversos frutos
Hizo aves, peces, brutos
Y diversidades tantas
Hizo al hombre, obra que encanta
Tan sublime y misteriosa
Con un alma generosa
A imagen de su creador
Hizo Dios, nuestro señor
Con orden todas las cosas

Esta décima contenida en libro “Cantos a lo divino y a lo humano en Aculeo” de Juan Uribe Echavarría nos introduce al tema de hoy, en un día de verano caliente. El concepto “identidad” tiene relación con elementos que identifican a las personas, grupos sociales y territorios. La construcción de la identidad contiene la idea de las peculiaridades; Jorge Larraín ha establecido que en el concepto van implícitas la permanencia, el reconocimiento y la continuidad de esos elementos.

Además de las personas y sus hábitos y costumbres, lo material y lo territorial son vitales en la expresión de estos elementos. Como hemos relatado en otras ocasiones, no hay una única identidad chilena, sino que son muchas las peculiaridades contenidas en la diversidad y riqueza del patrimonio natural y cultural del país.

Hoy presentamos la “identidad aculeguana”, contenida en una sociedad instalada en la cuenca de Aculeo y su diversidad de costumbres y manifestaciones arrimadas a maravillosos rasgos naturales de su entorno. Aculeo está instalado en el borde sur de la Región Metropolitana. Su nombre proviene de Aculeufu, o “lugar donde llegan las aguas”, ya que a su laguna confluyen los esteros Pintué, Las Cabras y Aculeo, todos afluentes del río Maipo.

Los vestigios indígenas, como utensilios de greda y piedra e incluso la presencia de cementerios con vasijas intactas, tejidos y semillas, indican que esta zona debió tener una población numerosa. Sobre ella se desarrollaron las expresiones y costumbres basadas en la riqueza de la tradición campesina de la zona central de Chile.

La cuenca de Aculeo contiene una de las pocas lagunas interiores de Chile central, y dispone de una cubierta vegetal considerada única a nivel mundial. Es el Matorral Mediterráneo Esclerófilo y sus características que lo convierten en el único ecosistema de su clase en América del Sur, y en uno de los cinco de este tipo en el mundo.

Además de poseer especies endémicas, la cuenca dispone de vestigios nortinos de los famosos bosques de robles que han encontrado su hábitat natural en las laderas de los Altos de Cantillana. Estos bosques, que cambian de colores según la época del año, convierten al paisaje en un elemento de agradable y dinámica belleza escénica.

En Aculeo existe una gran cantidad de especies de fauna, muchas de ellas también endémicas de Chile, que caracterizan la cuenca especialmente en sus sectores altos. Varias de ellas están amenazadas debido a la intervención humana y la degradación de sus hábitats, como el Lagarto Gruñidor de Valeria, la Garza Cuca, el Puma, el Quique, y los zorros.

Diversas aves están asociadas al humedal de la laguna de Aculeo. Entre ellas el Cormorán, la Garza Chica, la Garza Grande, la Tagua y la Gaviota de Cahuil. Algunos estudios indican que un 25% de las especies de aves están asociadas a migraciones estacionales del invierno austral, por lo que la cuenca serviría como fuente de alimento y refugio, y como zona de reproducción.

fuente: http://www.flickriver.com/photos/jose_canas/sets/72157614990257284/

La variedad de ambientes se expresa entre las altas cumbres y el humedal de las zonas bajas. El paisaje lacustre de la laguna constituye el elemento integrador y ordenador de las actividades humanas. El paisaje agrícola y de asentamientos poblados se vincula a los asentamientos poblados. El paisaje de media montaña actúa como fondo escénico con un colorido que va de los tonos oscuros a claros del verde y ocre.

El paisaje de alta montaña corona el paisaje, con una variedad cromática desde rocas desnudas a verdes vegetales combinados con manchones de nieve. Según se desprende de los relatos de María Gramham, en su “Diario de mi residencia en Chile”, este atributo de Acúleo ha sido utilizado por destacados grabadores y pintores.

En los últimos años ha existido un aumento de cultivos modernos en las parcelas de los sectores más bajos, específicamente cítricos y paltos, cuya característica principal es que se destinan a la exportación o a la comercialización en los grandes mercados nacionales. Sin embargo, la impronta del territorio sigue dominada por la tradición campesina.

Muchos cambios sustanciales se han producido en la ocupación de la cuenca y en la forma de vida de muchos campesinos aculeguanos, principalmente por la reforma agraria y la ocupación para viviendas y el turismo en torno a la laguna. Sin embargo, su identidad campesina se mantiene altiva y orgullosa en los bordes de Santiago.

La participación activa en costumbres como el Canto a lo Humano y a lo Divino, en fiestas religiosas como la celebración de la Cruz de Mayo o la Carmelita, la cultura del caballo chileno, los rodeos, los mitos y leyendas, y sus tradiciones culinarias, son evidencias potentes de la cultura campesina que brota por todos sus rincones.

Foto: José Gutiérrez.

Más profunda que la propia laguna es la tradición de canto y poesía popular que se vive en esa localidad de la comuna de Paine. El canto a lo poeta, esa inmemorial disciplina de canto y poesía popular sobre temas religiosos y mundanos, se plasma en la tradición antigua que ha perdurado por 400 años en Chile central.

Según Francisco Astorga, destacado poeta popular chileno, en Aculeo es donde mejor se canta a lo divino en Chile, porque se siguen estrictamente todas las leyes del canto. Reconoce, además, que muchas generaciones han mantenido el estilo lo que se refleja en el arte de muchos de cantores que mantienen vigente la tradición.

Este espacio festivo religioso aculeguano se sustenta en celebraciones religiosas como la Cruz de Mayo y la Carmelita que, por su antigüedad y convocatoria, aparecen como espacios naturales donde se genera la necesaria sociabilidad humana. Elementos importantes también han sido las novenas familiares y las misiones.

Se puso a contar un cuento
Que había sido leonero
Me lo dijo este vaquero
Que era un viejo ceniciento
Salió, con los pasos lentos
Para un bosque dividido
Entre los montes, escondido
Un toro matrero alzado
Y en un peumo, encaramado,
Gritaba el pero afligido

Eran famosos los rodeos durante los cuales se bajaban desde los cerros miles de animales, llenando caminos y corrales, para apartar, marcar, castrar y reconocer el destino de cada animal. Esto daba ocasión para grandes fiestas en la que participaban personas de todos los lugares y la tradición motivó el nacimiento del caballo chileno.

Los caballos de raza y la gran cantidad de vacunos criados en los cerros para engordarlos posteriormente en los potreros, dieron origen a una larga y amplia tradición de apartas y amansas y sobre todo a los famosos rodeos de Aculeo. Un crecido número de vaquéanos, amansadores, arregladores y jinetes corraleros, casi todos empleados “de a caballo”, formaron verdaderas leyendas en la zona.

Muchas otras tradiciones perduran en la memoria colectiva de los aculeguanos. Entre ellas: La Piedra del Diablo con las marcas de zapato del “caballero”, la Carreta de Oro hundida en la laguna con lingotes del metal, los Cueros de animales que reviven en la Laguna, el Cerro Las Ánimas donde se enterraban a los que morían por epidemias, y el Alicanto esa ave mítica que marca las vetas de los minerales en los cerros.

Las características naturales de la cuenca de Aculeo, sumadas a los elementos del patrimonio cultural, permiten asumir la riqueza contenida en la conservación y uso sustentable de esos atributos. Pero hay amenazas potentes como la transformación irracional del territorio por prácticas que afecten la identidad.

La pérdida patrimonial derivada de los incendios forestales le ha causado mucho daño al país. Como bien es sabido, aquí los chilenos tenemos una deuda importante que debe ser saldada. La cultura del fuego descontrolado, año atrás año, masacra nuestro patrimonio, ante la actitud un tanto irresponsable de todos nosotros, que somos los verdaderos causantes del problema.

En las cercanías de Santiago espera nuestro patrimonio para bailar con ese Chile contenido en los pájaros, en los espinos, en los matorrales, en los robles, y en los cerros y montes. En cada aro se nos acercará el patrimonio cultural para brindar celebrando que aun esté vigente el alma campesina de la patria.

En el presente, Aculeo se ofrece como un importante hito de acercamiento de los santiaguinos hacia el patrimonio natural y hacia a nuestras costumbres con base en la identidad del campo. Para compartir esa tradición no hay que esperar las fiestas patrias; solo hay que encantarse con este territorio de las cercanías de Santiago.

Esperamos haberles entregado los argumentos que les incentiven a conocer las tradiciones de Aculeo. Como don Juan Uribe Echevarría quien relata en su libro que se debe verificar el cumplimiento de la vieja ley del canto a lo poeta, antes de iniciar una ronda de cantores:

Esa es la ley del cantor
Seguirse del instrumento
Y explicar el fundamento
al echar la introducción

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