Programa 120: El patrimonio fundamental de Chile: Su majestad la cueca.

 

(emisión del 25 de septiembre de 2011).

Soy como la mariposa
que anda alrededor de la vela
Aunque me queme las alas
siempre soy su centinela.
Como la mariposa
que va volando
tengo mis amorcitos
de vez en cuando.
De vez en cuando sí
la mariposa
tiene sus amorcitos
de cualquier cosa.
Qué bonita y graciosa la mariposa.

La letra de La Mariposa, una dulce cueca de nuestra Violeta Parra, nos da el entorno preciso para referirnos al único baile, de todos los que se han existido en Chile, que ha trascendido desde la colonia hasta la época actual. Esta danza es considerada como la que mejor expresa el espíritu de los chilenos. Se estima que se baila cueca desde 1824 y que ya en 1839 se convirtió de hecho en la danza nacional. Posteriormente y por decreto supremo, fue declarada como tal oficialmente en 1979.

Hablar de la cueca es hacerlo del canto profundo de seres humanos que expresan sus sentires, dejando salir a la cancha tanto las costumbres de tierra como sus vivencias cotidianas. La cueca es un canto que se abraza con el baile reluciendo en sentimientos que fluyen desde el alma. La melodía que emana desde las cuerdas vocales y de los instrumentos se traspasa al movimiento de brazos y piernas, a los zapateos acompasados de los pañuelos, y a la expresión de rostros que señalan sutilmente un lenguaje de conquista.

Se dice que la cueca es un baile de carácter mestizo nacido hacia fines del siglo 18. Si bien su origen no está claramente definido, se considera que tiene influencias españolas, africanas y árabes. La versión más difundida la relaciona con la zamacueca, baile que nació en el Perú como variante de una danza española, aunque con influencias criollas y africanas. Luego habría migrado a Chile, donde su nombre se acortó a cueca, para continuar su inserción en los sentimientos que identifican a los chilenos.

Diversos autores, entre ellos el músico y compositor chileno José Zapiola, plantean que la zamacueca llegó a Chile allá por el año 1825. Luego, hacia el final de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, volvería a Perú del brazo de los ejércitos de Chile con el gentil nombre de “chilena”. Entonces se confundió con la zamacueca. También en México existe un género que nació de la mezcla entre la música llevada por los marineros chilenos con las tradiciones del sur del país al cual se denominó “La Chilena”. La cueca chilena ingresó a Argentina por la provincia de Mendoza, desde donde se difundió al resto de Cuyo, derivando en formas locales muy conocidas en la actualidad, incluso vinculando raíces con la fina y nostálgica zamba.

Una de las interpretaciones de este baile de cortejo es su sentido zoomórfico. Se intenta con ello reproducir los movimientos de un gallo cortejando a una gallina, donde el varón muestra una actitud más bien entusiasta y dinámica; en oposición la dama se presenta esquiva y recatada. En Chile existen muchas cuecas como la brava, la chilota, la nortina, la de salón y la centrina. En realidad existen tantas formas de cueca como diversidad de territorios y costumbres de las gentes que la practican. En la práctica, existen varios tipos de cuecas, pero estilos “hay tantos como parejas que la bailan”.

La cueca es un baile de pareja, en el que se representa la interacción entre un hombre y una mujer interpretada como el asedio amoroso del varón hacia la dama. La cueca tiene una estructura que debe ser respetada, pero su interpretación está sujeta a la gracia, personalidad, y capacidad artística de los bailarines. Estos con un pañuelo en la mano, van trazando figuras circulares, con vueltas y medias vueltas, acompañadas por diversos floreos y zapateos que finalmente representan el sentimiento y la destreza de sus ejecutantes.

El estilo de baile se refleja en el modo o expresión adoptada por los danzantes. Generalmente los argumentos son expresados en forma de movimientos, contenidos en la complicidad de las miradas, en la fineza de la mujer, y en la reciedumbre de los zapateos masculinos. En Chile, la cueca se desarrolló adquiriendo características propias y su condición de baile nacional está lejos de ser cuestionada. Lo que ayer se vinculaba a los ámbitos rurales, hoy en día se escucha en vivo en cualquier momento del año, tanto en la ciudad como en el campo, con una vitalidad que hace honor a su condición de símbolo nacional.

De todos los bailes que existen y se han bailado en Chile, la cueca es la única que se ha conservado vigente desde la colonia hasta la época actual. Es la danza folclórica nacional por excelencia, porque ninguna otra ha alcanzado una dispersión territorial y temporal tan amplia en el país. Tampoco hay otra práctica de baile tan difundida entre personas de diferentes edades y condiciones que, no obstante tener una forma coreográfica estrictamente establecida, ofrezca tanta riqueza emocional en su ejecución.

Una cueca bien bailada tiene tres pies, nombre que se le da a cada uno de los episodios que constituyen una secuencia con breves pausas de descanso; en ellas se ofrece un salud a los bailarines sobre la base de buenos mostos y brebajes chilenos. Las cuartetas y las seguidillas de las cuecas presentan distintas clases de repeticiones según el esquema de música vocal que se utilice, en tanto que el remate carece de repeticiones pero si puede tener muletillas. La cueca se introduce con cuartetas o décimas especialmente construidas para la ocasión.

Aunque la diversidad regional, local y sociocultural de la cueca permite encontrar distintas maneras de bailarla, fundamentalmente cada pie empieza con una invitación del hombre a la mujer, seguido de un paseo de ambos en semicírculos, sólo con música instrumental. Los pasos más comunes de la coreografía de la cueca son de tipo deslizado o lateral, el valseado, el escobillado -por su semejanza con el movimiento de la escobilla- y el zapateado. La pareja busca el contacto a distancia traspasándose la energía en la coquetería del baile.

La libertad de pasos es uno de los atributos de los bailarines quienes, con mesura y elegancia, muestran su sentido estético. Estas expresiones, además de ser una obvia ayuda a la conquista, representan una forma de mostrar la prestancia y dominio del baile, mostrando el peso del que ejecuta la danza. Nada hay más espiritual, más poético, más donairoso y más sutil que la cueca. En ella se encierra todo un poema de amor que nace de los sentimientos profundos y se proyecta a través de la expresión física. En los movimientos de las parejas vibra todo el ardor de los impulsos naturales de los chilenos.

Los pasos iniciales de la cueca son muy medidos y tranquilos. Los pañuelos se mueven suavemente. El hombre persigue a la mujer que le huye sin estar muy convencida de ello. Emplea el pañuelo como si fuera un suave lazo, la rodea sin tocarla y la trae con astucia a su lado. Ella se le acerca y se le escapa con elegancia y coquetería levantando ligeramente la falda para reventar la belleza de sus piernas. El zapateo es el clímax de la conquista pero también representa la sana competencia de habilidades y destrezas entre los bailarines. La última vuelta suele alcanzar el esplendor cuando se finaliza con el abrazo o la rodilla en tierra; para que decir lo ocurre cuando se finaliza con un beso lleno de intenciones.

El contenido temático de la danza es variado y sumamente rico en términos poéticos. Sus letras son románticas, costumbristas, amorosas, paisajísticas, territoriales y, desde fines de la década del cincuenta, han estado relacionadas a los bajos fondos de las grandes urbes, estilo conocido como cueca brava. Si bien originalmente se interpretaba preferentemente en salones, chinganas o quintas de recreo, con el paso del tiempo se hizo frecuente en restaurantes, salones de evento y ceremonias oficiales.

VIOLETA PARRA decanta el espíritu de nuestra danza en esa cueca valseada llamada “La niña que está bailando”.

La vida la niña
que está bailando
la vida se le ve el borde ´e la enagua.
La vida y el joven que la acompaña
la vida la boca ya se le hace agua.
Esa niña que baila
la vida tiene un pololo
pero cuando va a misa
la vida lo deja solo.
Lo deja solo sí
la vida sigan bailando
esa cueca hualquina
la vida que estoy cantando.
Anda sigan bailando
la vida que estoy cantando.

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2 comentarios para “Programa 120: El patrimonio fundamental de Chile: Su majestad la cueca.”

  • Marìa Elena Velascos B.:

    Soy una asidua auditora del programa Chile su Tierra y su Gente,me agrada la variedad de invitados ,el enterarme de invitaciones a diferentes presentaciones de Conjuntos Folklòricos y destacar las actividades del Ballet Antumapu y por eso los felicito. Hoy día no escuchè la fecha de la actividad libre de la cueca del pròximo domingo, serìa posible mandarmela por favor.Gracias de Antemano.

    • Estimada María Elena, muchas gracias por tus palabras hacia el programa.
      La actividad del próximo domingo se llama Entre Cuecas, celebrando el día nacional del Folklore. Se lleva a cabo en la Plaza de Armas y el año pasado comenzó a las 15:00 horas. No tengo el horario exacto de inicio de esta edición. Imagino que será toda la tarde igualmente. En cuanto tenga la información te la haré saber.

      saludos

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