Programa 110: “La Virgen del Carmen: La Patrona y Reina de Chile”

(Emisión del 17 de julio de 2011)


Vuelve a escuchar el programa aquí

Oh, madre, Santa María
Del Carmen, reina y señora
Has despertado la aurora
De la bella patria mía
De pequeña te sentía
Fresca como una campana
Reluciente y soberana
Del color de la madera
Te prendiste en mi bandera
Lucero de la mañana

Un pañuelito bordado
De esos que bailan al viento
Traje en agradecimiento
Por tanto amor derramado
Mi cuequita ya he bailado
espués de los esquinazos
Y he sentido que sus brazos
Señora, están extendidos
A los versos encendidos
Para alumbrarle los pasos

estos versos de nuestra amiga y cantora popular, Cecilia Astorga, nos permiten introducir el programa de hoy que está dedicado a la Virgen del Carmen: La Patrona de Chile. Estimados auditores en Chile, su Tierra y su Gente conversaremos sobre el carácter patrimonial y de identidad nacional que se vincula a las costumbres surgidas desde la adoración a La Carmelita.

La devoción a la Virgen del Carmen junto con ser una de las manifestaciones religiosas más transversales de nuestra sociedad ha instalado profundas raíces en las diversas expresiones culturales y patrimoniales de los chilenos. Su presencia amanece en la ritualidad de las ceremonias oficiales y se acompaña con el sol de la tarde en la religiosidad popular. La Carmelita  es un elemento del Chile profundo; desde los orígenes de la patria y más aun desde la llegada de los conquistadores, ha sido un sostén espiritual en trances difíciles y disimiles como las guerras de Arauco, de la Independencia y del Pacífico, y como los peligros derivados de nuestra naturaleza indómita montada en volcanes inquietos, terremotos desoladores e inundaciones históricas.

 

Es importante señalar que en el primer siglo de la conquista el culto era difundido directamente por los colonizadores hasta que posteriormente se instalaron las ordenes religiosas específicas. La Armada Española está consagrada a la Virgen del Carmen, y no era de extrañar que la haya difundido desde el inicio en tierras americanas.

La historiadora Myriam Duchens en su libro La Virgen del Carmen en Chile, Historia y Devoción indica que “la orden de Los Agustinos y las Carmelitas Descalzas, desde fines del siglo XVI y durante todo el periodo colonial difundieron el culto carmelitano en el Reino de Chile”. Señala que “su propagación se vio facilitada por la protección prometida por el escapulario de la Virgen del Carmen, extendiéndose rápidamente desde el norte chico hasta la frontera araucana. Al mismo tiempo, el surgimiento de numerosas cofradías de laicos contribuyó a convertir a esta advocación mariana en una de las más populares al término del periodo colonial”.

Un ejemplo de ello son los Agustinos que, instalados en Longotoma, evangelizaron la zona; se mantienen allí aún en el presente tradiciones importantes expresadas en procesiones y cantos a lo divino que perduran como testigos de los tiempos iniciales. Sin embargo, la veneración de la Virgen del Carmen como Patrona de Chile se formaliza el 24 de octubre de 1923, fecha establecida por decreto vaticano emitido por el Papa Pío XI. Tres años después, el 19 de diciembre de 1926, en una emotiva y masiva ceremonia ocurrida en el Parque Cousiño, se la coronó solemnemente como Reina de Chile.

 

Según Myriam Duchens su consagración como la Virgen de la joven república de Chile se produjo con los héroes de la Independencia y ha estado presente en los hitos más importantes de la historia nacional. El escapulario de la Virgen atravesó la inmortalidad de la rada de Iquique junto al corazón del Capitán Arturo Prat Chacón y de toda su tripulación. También fue una verdadera coraza para los soldados en la Independencia. En las vísperas de la batalla de Chacabuco, el General O’Higgins la proclamó como “Patrona y Generala de las Armas Chilenas”.

Don Bernardo, junto a otros jefes patriotas y el pueblo de Santiago, le pidió ayuda a la Virgen en el proceso de  independencia de Chile. El 14 de Marzo de 1818, imploraron su protección con el voto solemne de levantar en el mismo sitio de la batalla un Santuario de la Virgen del Carmen patrona de Chile. Antes de un mes, el 5 de abril en Maipú se consolidó el triunfo de las fuerzas patriotas. En octubre, O’Higgins colocó la primera piedra y el 5 de abril de 1892 fue inaugurado el Santuario.

 

La Carmelita ha sido un símbolo que fomenta la unión entre los chilenos. Ejemplos de ello, son la Iglesia del Salvador levantada como un lugar de reconstitución de la unidad luego de la guerra civil de 1892, y el Templo Votivo de Maipú en respuesta al compromiso establecido en la independencia. Sin embargo, la relación con los chilenos se da en el día a día a través de gestos en que le  encomiendan su ayuda y agradecen sus favores. Por ello los chilenos adoran la cercanía de la carmelita, la virgencita, la patroncita, la chinita, y respetan los títulos de la señora, la reina, la generala, la abogada.

La Virgen del Carmen, está vinculada a la religión, pero sin dudas ha ido permeando hacia el patrimonio chileno a través del arte, las costumbres, el canto, la danza, la vestimenta y los instrumentos, como ejemplos de las muchas dimensiones que abarca su culto. El 16 de julio convergen cientos de procesiones, pequeñas o enormes que acompañan por los campos y ciudades a la patrona de Chile. El país se viste de coloridos pañuelos, banderas, y cantos que se afirman en los vientos de la fe.

A la Carmelita se le baila con devoción, se le canta en decimas acompañadas de guitarrón y rabel, se la viste con los mejores y más lindos trajes, se le adorna con flores, guirnaldas y coronas, se le construyen ermitas, se porta ropa y escapularios en su memoria,  y se la adora al interior de las casas en todo el país.  Parte importante son los bienes culturales eclesiales que constituyen un patrimonio específico de la comunidad cristiana y  que de alguna manera pertenecen a la humanidad.

 

La historiadora Myriam Duchens indica “el culto a la Virgen del Carmen, ampliamente difundido a partir de la Edad Media, ha estado presente en Chile desde inicios de la Conquista. Su origen se confunde con el mito y la tradición, al entroncarse con el relato de los primeros tiempos de la devoción a Nuestra Señora del Carmen de La Tirana. Esa pequeña capilla levantada en la Pampa del Tamarugal, en un territorio que en ese entonces no pertenecía a Chile, daría a origen con el transcurrir de los años a la mayor fiesta de veneración mariana del país y uno de sus más importantes patrimonios históricos intangibles”.

La adoración a la Virgen del Carmen adquiere una expresión multitudinaria en la localidad donde se inició su veneración en Chile. La Virgen de La Tirana atraviesa los mares y cruza las montañas hablando de leyendas donde el desierto florece perdido en la soledad pampina del mes de Julio. Como una primavera perdida en el tiempo muestra soles multicolores para danzarle a la Chinita. Al llegar a La Tirana todas las Hermandades Religiosas de Baile inician sus homenajes en El Calvario, donde comienza lo sagrado y se deprime lo profano. Agradecen con ello, a la Virgen que protege, que auxilia, que alumbra la oscuridad, y que muestra la huella de la esperanza.

Las tradiciones son la memoria viva de los pueblos. En las hebras de la fe se teje el manto de la religiosidad popular tomando conciencia sobre el pasado y el presente para darle consistencia al camino de un futuro más seguro y sustentable. En esta senda la Carmelita acompaña a los chilenos como una madre que, a través de la devoción, da origen a un patrimonio cultural  encendido como velas que alumbran a un país más amable y más cálido con su gente. La devoción de la Virgen del Carmen está profundamente arraigada en nuestro pueblo, tanto que en la jerga popular se dice que “La Virgen del Carmen es nacida y criada en Chile”.

“Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros”.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Deja un comentario

Información de Contacto


Dirección: Miguel Claro 509, Providencia - Santiago de Chile
Teléfonos(Mesa Central): +56 (02) 29771570
E-mail: radioantumapu@gmail.com

Noticias Anteriores

Video destacado

Entrevista a los Antumapitos en la previa de su concierto del 11 de octubre