Programa 105: Los artesanos de instrumentos: de la imaginación a las manos
(Emitido el 12 de junio de 2011)
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a los cantores chilenos
con los versos más amenos
muy contento quedará
Es un cántico que va
derechito al corazón
tiene su propia razón
y tiene su propia garra
lo acompaña la guitarra
y el sonoro guitarrón
La compilación de Moisés Chaparro muestra parte del canto que ha sido acompañado por siglos con instrumentos como el rabel, la guitarra, por música o traspuesta, y el guitarrón chileno. Pero, qué hay detrás de esta afirmación? En el programa pasado conversamos en torno a la importancia de la artesanía como factor de identidad y patrimonio cultural del país. La analizamos como una expresión humana cuyas manifestaciones son significativas para la diversidad cultural.
La importancia de la artesanía radica en sus aportes sociales, culturales y económicos para el desarrollo del país, posibilitando no solo el reconocimiento de la identidad y su valoración como una expresión humana, sino también constituyendo una significativa actividad productiva sustentable. Chile dispone de una gran diversidad de expresiones artesanales que dan cuenta de esta riqueza patrimonial originada en los saberes ancestrales y en el sincretismo cultural propio de nuestra historia.
La definición utilizada por UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y adoptada por la mayoría de los países, indica que “Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano o con ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado”.
La naturaleza especial de estos productos se basa en sus características distintivas, surgidas desde necesidades fundamentales para el desarrollo de los seres humanos. Las múltiples expresiones artesanales se mantienen gracias a su propia vitalidad y vigencia. Lo común a todas ellas es que engloba a diferentes y variados oficios caracterizados por tener una elaboración manual como parte predominante de su sistema de producción.
En la Artesanía Tradicional se destaca su condición de constituir una práctica de una comunidad que es transmitida por generaciones y que, por lo tanto, perdura en el tiempo. En ella pueden caber distintas expresiones, dependiendo de su origen y de la apropiación que han hecho los grupos humanos para convertirlas en elementos de su propia identificación cultural. Por supuesto y como parte de esas costumbres y tradiciones se encuentra la elaboración de instrumentos en donde se expresa la música de los pueblos.
Don SAMUEL CLARO VALDES en su libro OYENDO A CHILE indica que la música de un país refleja su cultura. Señala que por eso es importante conocerla y comprenderla para contribuir al progreso de una nación. La música es un arte social y desempeña una función definida y trascendental en la sociedad a la que pertenece e identifica. También sostiene que la importancia de la música ha sido reconocida por filósofos y pensadores desde la más remota antigüedad y que, al decir de un escritor brasileño de comienzos del siglo pasado, “hubo tiempos en que cuando un hombre no sabía cantar y tocar una lira o un arpa, era considerado sin educación e indigno de la sociedad”.
Los instrumentos musicales son utilizados desde sus formas aborígenes hasta las criollas en que se usan elementos provenientes de Europa o adaptaciones de ellos junto con aquellos acomodados desde nuestras propias formas de vida. En ese marco, en Chile se encuentran instrumentos que son originarios (como la trutruca y el cultrún), así como aquellos incorporados por culturas provenientes desde otras latitudes (como la guitarra y el acordeón); varios otros han sido originados acá adaptando formas introducidas (como en el caso del guitarrón o el charango).
Los instrumentos se pueden clasificar Aerófonos, Cordófonos, Membranófonos e Idiófonos. Existe una gran variedad en las cuatro categorías. Entre los aerófonos, que producen el sonido por vibraciones de la columna de aire, están la quena y ocarina; a los cordófonos, donde el sonido surge por vibración de cuerdas, pertenecen el arpa y la guitarra. Entre los membranófonos, cuyos sonidos son producidos por la vibración de una membrana de cuero, se encuentran el bombo y la caja. A los idiófonos, en que el sonido se genera porque vibra el propio instrumento entero sin una tensión adicional pertenecen, entre otros, la matraca y el pandero.
En una muestra de la diversidad de instrumentos existentes en Chile, destacaremos algunos solo a modo de ejemplos. Como la ZAMPOÑA, ese aerófono quechua y aimara, de gran sonoridad en el área andina. El CHARANGO que es una réplica indígena de la guitarra española, aunque de menor tamaño y con materias primas locales como el armadillo o quirquincho. El ACORDEÓN de origen europeo e incorporado como instrumento en el norte, en la zona central y sobre todo en el extremo sur del país y en la zona chilota.
El CULTRUN, una especie de tambor mapuche, se elabora ahuecando un tronco de árbol al que se adhiere un cuero de vacuno o caballo tensado mediante un tejido. El instrumento pascuense llamado MAEA consiste en piedras duras, redondas y musicales sacadas del mar que se golpean al ritmo de cantos y danzas. El TROMPE mapuche tiene forma de una llave hecha de acero con un alambre en el aire; la parte exterior forma la pieza y la central es la lengüeta, que va doblada hacia arriba para poder pulsarla.
En la mezcla de los originarios, españoles y criollos, se adaptaron, fusionaron y crearon muchos elementos; entre ellos, expresiones musicales y dancísticas y por supuesto, los instrumentos. Lo ancestral se unió a esas fiestas populares acompañadas de música interpretada en vihuelas, guitarras, arpas o rabeles, ingresados por el conquistador. Actualmente, los originarios siguen manteniendo un considerable número de instrumentos musicales que utilizan corrientemente en ceremonias rituales o en festividades y rogativas.
En casi todas las culturas aborígenes, el instrumento es considerado como poseedor de un contenido mágico. Esto es especialmente significativo en el caso del cultrún, que requiere de todo un ceremonial para su construcción y consagración. Por ello se le confiere el carácter de instrumento sagrado. Desde lo antiguo, sin embargo, se encuentran actuales restos arqueológicos de instrumentos musicales mapuche, principalmente de piedra, puesto que aquellos elaborados en madera o caña han desaparecido debido a las condiciones climáticas.
Se te vio con acordeón
cantando como de farra,
o tocando la guitarra
sin perder ni ton ni son.
Usaste el guitarrón
en tu paya tan querida,
sin perder una partida
contestabas al cantor;
por eso usted payador
resurge ahora a la vida.
Esta décima es parte de los versos en que Jorge Céspedes Romero hace un homenaje a Lázaro Salgado. En ellos, se presentan los fieles instrumentos acompañantes del cantor. Desde siempre su elaboración ha sido una necesidad para el desarrollo de los pueblos, lo que ha dejado importantes aprendizajes para construirlos. Por ejemplo, es importante la máxima fiabilidad en su elaboración la que, sin descartar mejoras eventuales, no debe variar el diseño y respetar al máximo los materiales formas, tamaños, y afinaciones.
La madera ha sido una materia prima esencial en la elaboración de instrumentos, quizás porque además de ser accesible contiene el sentimiento y la vibración aprendidos desde el canto de los pájaros que se han posado en ellas. En Chile es usada en todo el país aunque se la trabaja principalmente en la zona sur dada la mayor concentración del recurso. En la actualidad muchos artesanos tienen problemas para abastecerse de madera, debido a problemas como escasez y disponibilidad, pero este noble material sigue sirviendo de materia prima para los instrumentos musicales tradicionales.
Un luthier es una persona que construye, ajusta o repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada a base de madera. La palabra francesa luthérie, usada en varios idiomas, hace referencia al arte de construir instrumentos de cuerda. Esto incluye a violines, violas, violonchelos, contrabajos, todo tipo de guitarras, cuatros, laúdes, guitarrones, rabeles y mandolinas. Los Luthiers corresponden a esos grandes cultores que, con sus manos prodigiosas, son capaces de elaborar los mejores instrumentos musicales de cuerda.
En algunos casos, se ha ampliado su uso del término a la elaboración de cualquier tipo de instrumento. Aquellos vinculados al concepto original son cada día más escasos en nuestro país. Uno de esos pocos y también muy afamado es Anselmo Jaramillo. De su taller surgen distintos instrumentos que combinan el canto de las cuerdas con la sensibilidad de la madera. Sus guitarras clásicas son de tan alta calidad que son alabadas hasta en la mismísima España.